Ilustración.

Ilustración. Tomás Serrano.

Banca

El 'timing' del BBVA convierte su opa al Sabadell en arma arrojadiza en la recta final de la campaña catalana

Junts y ERC denuncian que la oposición del Gobierno a la operación desaparecerá tras el 12-M.

10 mayo, 2024 02:41

El BBVA anunció este jueves una oferta pública de adquisición (opa) hostil sobre Banco Sabadell, después del no de la entidad de origen catalán y con sede en Alicante a su propuesta de fusión. Sin embargo, el banco que preside Carlos Torres ha hecho todos estos movimientos con el peor timing posible, coincidiendo con los comicios catalanes. Este contexto ha convertido la operación en arma electoral y en foco de las críticas de prácticamente todos los partidos que aspiran a tener asiento en el Parlament

Los ministros del Gobierno central son los que más duros han sido. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresas, afirmó que la opa "introduce efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español" y "podría tener impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros". En este sentido, recordó que el Gobierno tendrá la "última palabra" sobre la fusión de BBVA y Sabadell si prospera la OPA

Más lejos fue María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda. Directamente aseguró que "el Gobierno no va a autorizar esta operación porque entiende que conllevaría una excesiva concentración y porque preocupa la cohesión territorial".

[Por qué el Gobierno rechaza la opa de BBVA sobre Sabadell y qué armas tiene para frenarla] 

Se trata de una preocupación compartida en los partidos nacionalistas e independentistas Junts y ERC. Sus cabezas de lista para las elecciones catalanas, Carles Puigdemont y Pere Aragonès, cargaron contra la operación. Consideran que una futura fusión podría restringir el acceso al crédito en Cataluña y que "hace tiempo que existe una estrategia para liquidar la actividad bancaria catalana". 

Prácticamente todos los portavoces políticos catalanes criticaron los potenciales ajustes de plantilla a los que obligaría la fusión de BBVA y Sabadell, entidades con numerosa presencia en Cataluña. En tiempos electorales, ningún candidato se puede mostrar una actitud tibia ante una operación que podría conllevar despidos (confirmados por el propio Carlos Torres, presidente del banco azul, en su comparecencia ante los medios del jueves). 

En cualquier caso, desde las formaciones independentistas se ha afeado al Gobierno su rechazo a la opa. ¿Por qué? Hace sólo una semana miembros del Ejecutivo estaban en el otro lado de la balanza y se mostraron incluso a favor de una posible fusión entre BBVA y Sabadell

Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, consideró que la operación podía ser una "buena noticia", dado que permitiría contar con entidades financieras españolas todavía más "sólidas, que sean punteras, líderes en Europa y en el mundo".

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, este jueves.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, este jueves. Efe

Es más: Carlos Cuerpo, que este jueves rechazó tajantemente la opa, se mostró muy prudente al respecto del futuro de la fusión propuesta por el BBVA a Sabadell el martes de la semana pasada.

Se trata de un cambio de guion que el Partido Popular también le ha afeado al Gobierno central y al PSOE. "El Gobierno conocía la hipotética fusión y no la ha censurado hasta la víspera del fin de la campaña en Cataluña. Por ende, no es creíble esta sobreactuación repentina del Ejecutivo", afirman fuentes de Génova. 

De hecho, el PP considera que, respecto al futuro de la opa, "conviene esperar al análisis del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre el impacto de esa posible fusión. Los organismos que tienen la función de velar por el cumplimiento de las reglas determinarán cuál es la afectación a la concentración bancaria y a la competencia".

Sin embargo, hay varios versos dentro del PP que han decidido salirse de la posición oficial del partido. Por un lado, y dentro la línea de emplear la opa como un arma arrojadiza en las elecciones catalanas, está Alejandro Fernández, candidato popular a la Generalitat. "Me preocupa enormemente que la opa hostil al Sabadell afecte negativamente a las pymes catalanas y a la libre competencia. No me gusta", dijo. 

El candidato del PP a las elecciones catalanas, Alejandro Fernández

El candidato del PP a las elecciones catalanas, Alejandro Fernández David Zorrakino / Europa Press

Más rotundo fue Carlos Mazón, presidente de Comunidad Valenciana. Su rechazo a la operación es "absoluto" y considera "destruye valor, trabajo, territorio y competencia".

Más allá de las críticas políticas a la opa de BBVA a Sabadell en medio del clima electoral, las formas y los tiempos del banco azul también han sido reprobados y censurados en el sector financiero

Nerviosismo

La gestión tanto de la propuesta de fusión como la opa a Sabadell demuestra, según voces del sector consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia, el nerviosismo existente en la cúpula del BBVA

Un nerviosismo que quedó patente cuando la entidad vasca reveló su propuesta de fusión por una filtración a medios el martes de la semana pasada y sin contactar antes con el consejo de Sabadell de forma oficial. 

A esto se suma que el BBVA trasladó una propuesta de fusión que no daba mucho margen para la negociación. Es decir, que no ha sido sólo una cuestión de timing, sino de falta de protocolos en el trato a Sabadell. 

Una falta de protocolos, en incluso de delicadeza, según las fuentes consultadas, que se constató en la carta que Carlos Torres envió el pasado domingo a Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell, para presionarle en favor de la fusión. 

["El proceso ha terminado hoy": así fue el consejo del Sabadell que dio 'portazo' al BBVA]

Tras el rechazo del consejo del Sabadell a la fusión, vino la opa del BBVA. Pese a que en el sector financiero se entiende que este paso tiene su lógica tras el no del equipo de Oliu, lo que no se comparte, de nuevo, han sido los tiempos y la imprevisión

La cuestión está en que el BBVA no sólo ha movido una operación que, en términos sociales, siempre va a ser polémica en medio de unas elecciones autonómicas. Tampoco ha recabado los apoyos y respaldos necesarios para un movimiento de este calado, que supone integrar dos de las principales entidades financieras de España. 

Carlos Torres, presidente del BBVA y Josep Oliu, presidente del Sabadell en una imagen de archivo.

Carlos Torres, presidente del BBVA y Josep Oliu, presidente del Sabadell en una imagen de archivo. EE/Arte


Se trata de algo patente, principalmente, en el rotundo rechazo del Gobierno, tanto de la parcela del PSOE como la de Sumar (Yolanda Díaz ya era contraria a la fusión). Y también entre las patronales empresariales, que no están sometidas a las dictaduras de las campañas electorales

La catalana Foment del Treball y la valenciana Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) se han mostrado muy críticos con la opa del BBVA.

Ambas empresariales rechazan la operación porque "restringiría todavía más el abanico de posibilidades de financiación de las empresas".

Además, desde su punto de vista, la concentración bancaria "ya es muy elevada" y la operación de fusión por absorción "elevaría la concentración en la oferta de crédito y prestación de servicios financieros a empresas y ciudadanos".

De hecho, la opa parece haber abierto una brecha en la CEOE, dado que su presidente no comparte el parece de las patronales regionales. Antonio Garamendi defendió, preguntado por la opa del BBVA al Sabadell, que las empresas "son libres de actuar, de participar y de hacer ofertas o no". Y reclamó "respeto" a las decisiones que se tomen desde el ámbito privado y que se deje trabajar a las empresas. "Hay una oferta, los accionistas decidirán".